top of page

LA ACEQUIA MAYOR

  • Foto del escritor: Carlos Renau Merce
    Carlos Renau Merce
  • 7 oct 2022
  • 5 Min. de lectura

Actualizado: 8 sept

El agua que dio vida a Castellón


La Acequia Mayor es una de las infraestructuras más antiguas y simbólicas de Castellón. Su primera mención documental aparece en 1231, aunque algunos estudios apuntan a que su origen podría remontarse incluso a época romana.


Tomaba sus aguas del río Mijares, mediante un azud, y las distribuía hacia Castellón y localidades vecinas como Almazora, Villarreal o Nules. Era, al mismo tiempo, una fuente de vida para la huerta, el motor de los molinos harineros y una línea natural que marcaba el límite oriental de la ciudad amurallada.


En su entorno floreció la vida religiosa y social de Castellón. En 1579 los dominicos construyeron su convento junto a la acequia, cruzando un puente para acceder por la llamada Puerta Nueva del Roser. Más tarde se sumaron el Palacio Episcopal (1795), el convento de las capuchinas, el asilo de ancianos y el convento de carmelitas descalzas (1910), todos edificados alrededor de este cauce de agua.


La acequia también fue espacio de vida cotidiana. Los vecinos acudían a refrescarse en verano, los niños jugaban en sus tramos abiertos y en más de una ocasión sirvió incluso como abastecimiento en épocas de necesidad.Con el avance urbano, parte de su trazado comenzó a cubrirse: entre 1902 y 1929 desapareció bajo las calles el tramo entre el camino del mar y la calle Gobernador. Finalmente, con la construcción de la ronda de circunvalación y la modernización del abastecimiento, en 2002 el agua dejó de correr por el centro de la ciudad.


Aun así, la memoria de la Acequia Mayor no se perdió. En la plaza de María Agustina todavía subsiste el antiguo partidor del siglo XVI, que dividía el caudal entre la acequia Mayor y la Coscollosa. Ha sido catalogado como Bien de Relevancia Local. También el Primer Molí, un molino harinero que aprovechaba sus aguas, fue rehabilitado y declarado BRL.


Hoy, placas en el suelo de la avenida Capuchinos y en la plaza de María Agustina nos recuerdan su recorrido, visible hasta los años 70. Aunque oculta bajo el asfalto, la Acequia Mayor sigue siendo la memoria líquida de Castellón: un cauce invisible que modeló nuestra ciudad y cuya huella aún late en sus calles.


La Acequia Mayor no desapareció: sigue fluyendo en la historia y la memoria de Castellón.


Acequia de riego próxima que aporta agua desde azud del Mijares, (el actual fue construido en 1893), cruza en sifón la Rambla de la Viuda y pasa a través de Almazora (calle Boqueras), transcurre paralela a la carretera de Almazora,(Grupos Santa Teresa y Roquetas, cubierta), circula descubierta paralela al Pí Gros y se cubre a la altura del Sequiol (Molí d’arros), cruza la avenida de Casalduch, la plaza de Fadrell, las calles Guitarrista Tárrega, Gobernador Bermúdez de Castro y la avenida Capuchinos, volviendo a ir descubierta a partir de la Plaza de Juan XXIII, por el Camí Molins. (El Ayuntamiento prevé cubrirla hasta el fin del suelo urbano con la urbanización del PERI-19 y PAUS Lidón).


La primera referencia histórica de la Acequia Mayor es la conce­sión de Abu-Zeit (1231), aunque no cabe duda que la acequia, al menos en su inicio, es anterior.

Se estima en la actualidad (Comíns) que fue una construcción romana, por los restos de antiguas Quintas o Alquerías, de riego, de esa época, y similares en zonas próximas (como la villa romana de Benicató en Nules).


Los árabes, que no tenían tradición constructiva de obras públicas de este tipo y alcance en su país, es probable que encontrasen la acequia construida, aunque posiblemente abandonada desde el siglo III por las invasiones bárbaras, aprovechándola y poniéndola en funcionamiento y quizás ampliaron y completaron su cauce, para el asentamiento de una mayor población.


La distribución de las aguas del Mijares se realizaba cumpliendo la Sentencia Arbitral de 20 de Marzo de 1340, dictada por Pedro III, en la que se adjudicaban a Castellón catorce y media sesentavas partes del agua del Mijares, catorce sesentavas partes a Villareal, diecinueve sesentavas partes a Burriana, y las restantes doce y media sesentavas partes a Almazora.


El arbitraje fue del infante don Pedro, conde de Ribagorza y Señor de las Montañas de Prades en tiempos de Pedro IV el Ceremonioso o el del Puñalet. Sentència Arbitral del día 20 de marzo 1347 (el fatídico año de la guerra de la Unión y de la peste negra).


Resolución que se confirmó, literalmente, en sentencia de 18 de Julio de 1519, resolviendo el conflicto entre Castellón y Almazora.


El antiguo trazado atravesaba el pueblo de Almazora, cuya población compartía el agua, pero también se decía que en la acequia vertían aguas sucias, e incluso lavaban ganado ensuciando las aguas, que en Castellón se usaban no solo para el riego, sino también para usos domésticos, e incluso para beber, con el consiguiente perjuicio, dandose el peligro de las epidemias.


En 1635 proclamó una Sentencia de la Audiencia Real, prohibiendo a Almazora lavar caballerías o ensuciar las aguas por cualquier concepto, con multa de 30 libras a la Ciudad. Pese a ello prosiguió el problema, cuya solución solo podía ser, entonces, un desvío, alejandola de la población.


Al reclamar Castellón un nuevo trazado fuera del casco urbano de Almazora (el 7 de Mayo de 1746), se inició un pleito dirigido por el célebre patriota Miguel Tirado, que se falló por Sentencia de 6 de Marzo de 1789 favorable a nuestra ciudad.


Las obras del desvío se iniciaron de inmediato y con urgencia (por la actual calle Boqueras) y terminaron el 9 de Marzo de 1790. Miguel Tirado fue recibido con loor en Castellón, que en reconocimiento le construyó un Palacio, (el actual edificio del Casino Antiguo) en la Puerta del Sol, en los solares fuera de la muralla medieval, en cuyo portal aún perdura el escudo de armas de este hidalgo.


La Acequia tiene su origen en el azud y discurre bajo tierra en una importantísima obra de ingeniería, que asombro al especialista francés Jaubert, y pasa en sifón bajo la Rambla de la Viuda, luego continúa en recorrido subterráneo por la margen izquierda del Mijares con respiraderos o “boqueres” de trecho en trecho. Queda al fin descubierta en la Casa de les Reixes, bajo el ferrocarril, continua bajo tierra hasta el término municipal de Castellón, por la actual calle Boqueres, hasta el puente de la Ratlla en el Barranquet.



La primera sangría de la Acequia Mayor es la de Almalafa y luego la de Fadrell de Dalt.

La Primera Tanda después de la de Fadrell es la de Sensal, con 27 filas. Riega las tierras de su derecha y las filas de Mitjana y Sequiol a su izquierda.

La Segunda Tanda, la Tanda del Poble, riega las partidas de Gumbau, Sotarrani y Rafalafena o Camí Fondo. En el Toll, en la plaza María Agustina, está el partidor con la acequia Coscollosa.


La Tanda Tercera està en el cami Molins que riega las partidas de Safra, la Plana, Ramell, Sabatera y Racò de Ramell.

La Cuarta Tanda que corresponde a la partida de Canet, con 28 filas.

Y la Quinta y ultima Tanda corresponde a la partida de Cap de Canet, y muere en el Molí de la Font.


La acequia daba aguas a los siete molinos de grano medievales: Gombau, Enmig, Primer, Roder, romeral, Soterrani y Darrer, a lo largo de la acequia y cami Molins.


Puede afirmarse que todo el regadío de la Plana, y con el Castellón depende de esta Acequia Mayor, obra importantísima que Castellón supo construir, conservar y defender.



ACEQUIA MAYOR 1948. AVDA. CAPUCHINOS
ACEQUIA MAYOR 1948. AVDA. CAPUCHINOS



 
 
 

Entradas recientes

Ver todo
CALLE COSME VIVES

Calle Cosme Vives Calle Asturias (1939) (1) Calle Cosme Vives (1) Esta denominación, sin duda, trataba de homenajear al General Aranda,...

 
 
 

Comentarios


bottom of page