Poeta, escritor satírico y autor de más de cien obras teatrales, traductor del francés, Pelayo del Castillo tiene a su nombre una calle entre las de Moyano y Sagasta, es el callejón pegado al hotel Mindoro, detrás del Teatro Principal,con huellas de la Panderola. En la madrugada del día 10 de septiembre de 1837 nació en Castellón Pelayo Martín María del Castillo López, bautizado en la iglesia parroquial de Santa María el mismo día de su nacimiento, costumbre de la época. Los padrinos fueron sus hermanos mayores Miguel María y Constancia. Su padre es Manuel Castillo Aguirre y su madre Mariana López Ventura, oriundos de Enguera y Xixona respectivamente. Aunque la familia poseía en Valencia una tienda de tejidos, los padres de Pelayo tuvieron que trasladarse a Castellón. El cabeza de familia era funcionario del Estado, adscrito al Ministerio de Hacienda y lo habían nombrado delegado de su ministerio en nuestra provincia. El señor Castillo y con él la familia, fue trasladado a Gerona cuando Pelayo tenía seis años. Allí se aplicó con el bachillerato y el padre le obligó después a estudiar Derecho en Madrid y allá que se fue el joven con su carpeta de cintas bajo el brazo, repleta de notas, ilusiones y proyectos para cuentos, epígrafes y refranes, poesías varias de juventud. Apuntaba a literato, pero el deslumbramiento de Pelayo en la capital fue el sugestivo mundo de la bohemia, lejos de los convencionalismos burgueses de la sociedad de aquel tiempo, aunque la verdad es que prosiguió los estudios con aplicación, pues también le entusiasmó el ambiente universitario, la camaradería imperante entre los estudiantes, más allá de los doctos y barbudos profesores de entonces. Y con el paso de los cursos, sus sentidos estaban abiertos, tenía ojos y oídos para todo, aunque hacia el final iba notando que le atraían más las tertulias intelectuales que los claustros, la noche que el día, el ambiente de la taberna que la disciplina de las horas lectivas. Y aunque se licenció en Derecho, su mundo era el de la creación literaria y se sintió maduro para dirigir y encauzar su destino. Siguiendo la estela de escritor, se trasladó a Valencia, donde escribió en valenciano y afloró su condición de periodista colaborador de publicaciones. Y el 25 de marzo de 1867 contrajo matrimonio con Josefa García Cañas, hermana del director de La Gaceta Popular. Ya era un autor casado. No tardó en separarse de su mujer y regresó a Madrid, donde consiguió un empleo en la administración de Correos. Pero el afán de escribir, poesía, mucho teatro, colaboraciones periodísticas llenó su vida, olvidando todo lo demás. Se convirtió en noctívago por la Puerta del Sol. Y la bohemia, que en un principio fue una concepción y práctica de vida romántica y sentimental, después derivó en la golfemia, con hampones, personas sin ideales, que soportaron una existencia de pobreza y hambre. Recluído un tiempo en el manicomio de Guadalajara, Pelayo del Castillo murió el 6 de enero de 1883 en el hospital general de Madrid. Además de " El que nace para ochavo", estrenada con éxito en 1866, Pelayo del Castillo, dejó escritas más de cien obras de teatro. Estos son algunos títulos: El amante mosca, El tren directo, Con la cruz a cuestas, Bajo de una mala capa, El pedestal del alcalde, Los treinta mil del pico, El tiro por la culata, ¡Por tonto!, La Coqueta, El procurador de todos, La interinidad, Sin contar con la huéspeda, Un diputado de antaño, Luna llena, Cuestión de temperamento,Justicia seca, La gitana (parodia de La Africana), Más vale pájaro en mano, Una corazonada…,además de varios arreglos y traducciones de obras francesas. En su producción predominaron las obras cortas, en uno o dos actos, también juguetes cómicos y hasta algún que otro libro de chistes y pasatiempos.
Comments