Situada en la calle Alloza nº24
Siendo su arquitecto Francisco Tomás Traver fue edificada entre los años 1902 y 1904
Castellón conserva ejemplos destacados de la arquitectura de ladrillo visto, una técnica que se desarrolló ampliamente en España y Europa durante el último cuarto del siglo XIX y principios del XX. Algunos de estos edificios incluyen la Plaza de Toros, así como estructuras de menor escala como el Maset dels Artola, una pequeña vivienda en las afueras de la ciudad.
En la calle Alloza (antiguamente conocida como Carrer D’Amunt), se construyeron varias viviendas a principios del siglo XX. Aunque muchas de estas estructuras han sido modificadas o demolidas, aún sobreviven algunos ejemplos notables, como los números 64 y 65 de esta calle.
Estos edificios son de pequeña escala pero presentan una exquisita factura arquitectónica. Se caracterizan por juegos de luces y sombras, diseños cuidados y una maestría excepcional en todos sus aspectos, incluyendo aparejos, ritmo y resaltes.
Una de estas estructuras, ubicada en la calle Alloza, tiene planta baja, dos alturas y una cambra. Este tipo de construcción era común en el casco histórico de Castellón durante la época en que fue construida. Algunas características típicas de esta tipología incluyen:
Distribución Simétrica: La planta baja tiene dos huecos simétricos: un portal y un ventanal, dispuestos de manera equilibrada.
Eje Central: En las plantas superiores, hay un eje de simetría central marcado por dos balcones de tamaño decreciente en altura, culminando en dos huecos en la zona de la cambra.
Materiales: La fachada está revestida con ladrillo visto, con un zócalo de piedra de Borriol y impostas que delimitan los distintos niveles del edificio.
Detalles Arquitectónicos: Se observan sutiles detalles en el ladrillo que realzan la composición, como encintados a modo de pilastra y resaltes en la franja central vertical del edificio.
Además, la estructura cuenta con una cornisa especial realizada con piezas de ladrillo escalonadas para el apoyo del canalón, junto con carpintería de madera en buen estado y una cerrajería bien diseñada que combina elementos modernistas con curvas y diagonales.
En resumen, este edificio es un ejemplo notable de la arquitectura local de la época, destacando por su cuidada ejecución y mereciendo ser conservado como parte importante del patrimonio arquitectónico de Castellón.
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