Situada en la esquina de la calle Vera y la plaza de la Pescadería se ubica este edificio realizado en la posguerra, siguiendo el vocabulario oficial del franquismo.
De crujía (1) única y fachadas centradas y simétricas. La principal, desarrollada según cuatro ejes verticales, consta de planta baja y dos alturas. Los dos ejes centrales están formados por un gran hueco en planta baja, un ventanal en planta segunda (que abre un balcón corrido) y una ventana en la planta segunda. Cada eje lateral está formado por un hueco mas estrecho en planta baja y dos ventanas en los pisos primero y segundo.
La fachada a la plaza, de menor longitud, dispone de un único eje de características similares a los centrales, es decir, un gran hueco en planta baja, hueco y balcón en planta primera y ventana en planta segunda.
Es interesante el tratamiento de los paños de fachada: la planta baja, los dos ejes laterales de la calle Vera y el de la plaza presentan un revoco almohadillado. La zona de los ejes centrales y la esquina curva y la medianera de ladrillo rojo visto.
Una barandilla compuesta por balaustres de formas renacentistas entre machones con pedestal y pináculos (que refuerzan los ejes) remata el edificio dotándolo de una fuerte horizontalidad. Es especialmente interesante el tratamiento de “hito” ue tiene la torreta de la escalera, de planta cuadrada con esquinas achaflanadas, el mismo revoco de mortero acanalado alternado en las esquinas con el ladrillo rojo visto, y cubierta de teja árabe con importante cornisa rematada por un elemento a modo de aguja, creándose uno de esos volúmenes de coronamiento que son habituales en las plazas de las grandes ciudades.
La carpintería de las ventanas es de madera, y correcta la rejería de los balcones.
Es un excelente ejemplo de la arquitectura franquista de la posguerra, de la época de la autarquía. Por las formas y la composición utilizadas, por su excelente factura e integridad, así como por su correcta inserción en los espacios a que pertenece, digno, sin duda de ser conservado.
En sus bajos estuvo la tienda de ultramarinos de Matías Martin y a su lado el Bar Rincón. Subiendo las escaleras en el primer piso se encontraba el sastre Sánchez.
(1) Se denomina crujía (del italiano: corsia) al espacio arquitectónico comprendido entre dos muros de carga, dos alineamientos de pilares (pórticos).
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