Nace el 7 de febrero de 1887 en Castellón de la Plana, hijo de Francisco Pérez Ripollés y Carmen Dolz Català. Estudia Bachillerato en Castellón y recibe clases de pintura de Vicente Castell Doménech y Manuel Sorribas y Montserrat.
Gracias a varias becas de estudios de la Diputación Provincial de Castellón cursa estudios en la Academia San Carlos de Valencia y en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Finalizada la carrera, asiste en Madrid al taller de Muñoz Dueñas y se forma con V. Castell Doménech en el Museo de Artes Industriales de Madrid, donde estudia, ilustra libros, decora revistas, pinta y confecciona obras cerámicas, al mismo tiempo que aprende una nueva técnica, el Batik, traída por los holandeses de Malasia y originaria de Java.
En 1913 gana las oposiciones de profesor de Artes y Oficios y es destinado a Granada y posteriormente a Toledo. Más adelante, se traslada a Barcelona, donde contrae matrimonio en 1918 con Irene Riba, la menor de las tres hijas del doctor Pablo Riba Rovira, médico en Cambrils, y de su esposa, Irene Rodríguez Ollé. Del matrimonio nacen cuatro hijos.
Miembro de la Sociedad Castellonense de Cultura de Castellón, publica asiduamente en su Boletín.
En 1922 presenta algunos de sus batiks a la Exposición Nacional y logra la segunda medalla. Con motivo de sus éxitos, el Estado le concede una beca de estudios extranjeros, en primer lugar en Inglaterra y luego a Munich, donde le acoge la Escuela de Artes Industriales y a Harlem, en Holanda. Realiza exposiciones de batik en Madrid y en Barcelona. y es premiado con la Medalla de Oro en la Exposición Nacional de Artes e Industrias.
En 1923, Pérez Dolz es catedrático de la Escuela de Artes y Oficios y agregado del Museo de Artes Industriales. En el año 1925, obtiene el Grand Prix y la Medaille d’Or en la "Exposition Internationale des Arts Déco" de París y se traslada a Barcelona, donde imparte clase de ampliación de Historia del Arte en la Escuela de Bellas Artes de San Jorge y en la de Artes y Oficios, más conocida como "Escola de la Llotja".
Realiza pinturas murales, cerámica artística y escribe ensayos sobre la teoría del color. Edita para las editoriales Meseguer, Labor y Apolo. Imparte numerosas conferencias, es crítico de arte del diario "La Vanguardia", es nombrado bibliotecario del Círculo Artístico y secretario de la Academia de Bellas Artes.
En 1954 es nombrado académico de las academias de Toledo y de Valencia.
Además de la pintura, desde muy joven se siente atraído por la música. Autodidacta, compone y escribe poemas sinfónicos y también escribe un libreto –drama lírico wagneriano -, con música de Facundo de la Viña. En 1925, la obra gana el primer premio de óperas españolas, convocado por la Sociedad del Liceo de Barcelona, y es estrenada en el mismo en 1927. También dirige una coral formada por alumnos de la Facultad de Bellas Artes, la coral "Vox Montis" para la que compone una misa "a capella", la "Missa de Sant Jordi" (1947). Otras obras a señalar son "Los Cosinets", basado en el texto de Mossén Jacint Verdaguer, "Cuento de abril", basado en el cuento de Valle Inclán (1945), “Pantomima” (1954) y, del mismo año, “Don Quijote”, con el que optó al Premio Ciutat de Barcelona; la suite Bric-à-Brac, “La cançó de l’era”, el “Càntic gradual de David (Salmo 131), “Salve Regina”, “Regina Caeli”, “Cançó de Dom Eustaqui”, “Cançó dels ametllers”…. Poco antes de morir compone un poema sinfónico sobre la Virgen de Lledó.
Muere en Barcelona, el 2 de noviembre de 1958.
La obra de Francisco Pérez Dolz es un verdadero mosaico. Las artes de la pintura, la ilustración, la cerámica, el batik, la literatura y la música, se entrelazan para formar la impresión que nos ha dejado este hombre polifacético, un "hombre del Renacimiento" en el siglo XX.
Como curiosidad dibujó la primera edición del Tombatosals.
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