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Foto del escritorCarlos Renau Merce

IMPRESORES ARMENGOT


José Armengot Rubio (padre) y José y Francisco Armengot Gimeno (hijos)y José y Francisco Armengot Rocafort (nietos), y Francisco Armengot Climent (biznieto).


Instaló José Armengot Rubio en 1865 la primera imprenta junto a una librería y papelería, en entonces calle Zapateros (Colón).


Sus hijos José y Francisco Armengot Gimeno se incorporaron a la industria cuando este se trasladó a la entonces calle González Chermá 21 (En medio), con el rótulo “Hijos de J.Armengot”. La imprenta se traslado en los años 20 a la Ronda Vinatea, desde donde irradió prestigio a nivel nacional.


Terminada la guerra civil se incorporan en el negocio los hijos de Francisco: Francisco ( 1914-1987) y José ((1916-1980) Armengot Rocafort.


Tras el fallecimiento de José Armengot Gimeno, la comercial se denominó Hijos de F.Armengot”, primero como Sociedad Regular Colectiva y posteriormente como Sociedad Anónima, cuando el biznieto del fundador, ingeniero industrial se responsabilizó del negocio.


En la imprenta de la Ronda Vinatea se imprimieron los Boletines de ls Sociedad Castellonense de Cultura, y la librería y la imprenta fueron lugares de tertulia dels sabuts.


El 7 de abril de 1930 obtuvo el Premio Nacional del Libro por la Impresión del Tombatossals, prueba de la calidad, de la profesionalidad y la tecnología utilizada.


En 1940 abrieron la Librería Nacional, en la calle de En medio 82, una nave, frente izquierda para librería, y la otra nave papelería, sin dejar de ejercer la actividad de impresores.


En 1955 se incorporó, como empleado, un hombre excepcional, por su insaciable ilusión, su erudición, que sabia aconsejar e interesar a los lectores, que creo afición a la lectura, que admiraba als sabuts, y aprendió de ellos, Salvador Bellés, que fue el alma y la sal de la entonces denominada Librería Nacional.


En los años 60 (finales) y 70 obtuvo la concesión de la Jefatura Nacional de Movimiento para la impresión de los textos oficiales de la asignatura “Formación del Espíritu Nacional”, que se daba en bachillerato, en toda España, por lo que las ediciones eran importantísimas


En 1969, para conmemorar los cien años de la imprenta, a instancia de Salvador Belles, convocó el Premio Armengot de novela, anual, que implicaba la publicación de la novela, certamen que gozó de gran prestigio hasta su desaparición en 1992.


El primer Premio Armengot de 1969 fue para “Hostal Lolita” de Carmen Nonell, y el último en 1984 para “Gaspar” de Francisco Pérez Bernal.


Finalmente, tras la regencia de Francisco Armengot Climent, hijo de Francisco, cerró las puertas, y con el cierre Salvador Bellés pasó a ser nombrado Asesor Cultural del Ayuntamiento de Castellón, desde donde de algún modo, influyendo en la creación de los Premios Ciudad de Castellón contínua aquellos premios literarios iniciados por la esa saga de abnegados impresores.


Calle Impresores Armengot:

Nominación acordada por la Comisión de Gobierno el 22 de diciembre de 2000, “Nominar las calles del Plan Parcial Lledó 3, con el nombre de pasaje Impresores Armengot a la paralela a las calles Doctor Vicente Altava y Joaquín Sanchis Miralles, con accesos por la Ronda de Circunvalación y la calle Rosa María Molas, grafiada en el plano con la letra B”.



"La literatura misma tuvo su historia en Castellón, gracias a la familia Armengot y al entusiasmo de Salvador Bellés, durante dieciséis años, la ciudad de Castellón con firme modestia, estuvo presente en los certámenes literarios de España, gracias a la concesión anual de este premio de novela corta , del que queda el recuerdo y quince libros de desigual calidad, votados por jurados de honradez excepcional para lo que ahora se lleva, que siempre votaron y consideraron como un deber de honestidad no equivocarse. Gracias a las reuniones del Hotel Mindoro y en la propia librería visitaron nuestra ciudad personajes y personajillos del mundo literario y periodístico, se trabaron amistades y siempre cundió el buen humor junto al buen hacer. De aquel premio, a nivel nacional, quedan los recuerdos, los libros y un hito en la literatura castellonense. Y en mi caso que fui premiado y después jurado, unos recuerdos gratos, una ilusión cumplida y el agradecimiento a todos cuantos hicieron posible, en un Castellón más pequeño y más provinciano, el logro de salir al mundo literario con dignidad y altura de miras".

Texto de Carmen Nonell.




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