Situada frente al ermitorio de Lledó de estilo neoárabe.
Edificio atribuido a Francisco Tomás Traver (?), muy posiblemente edificado entre 1915-1920.
La renovación arquitectónica orientada hacia una revalorización de los medievalismos nacionales, influyó en nuestra arquitectura peninsular, así se redescubrieron el románico y el gótico, conjuntamente con la tradición árabe.
Gran parte del Modernismo madrileño está caracterizado por el neomudéjar, en el modernismo catalán, también encontramos referencias al mudéjar. El eclecticismo valenciano también se deja influir por la cultura árabe.
Se trata de una pequeña casa de campo, de planta central con porche anterior que se prolonga a ambos lados de la fachada. Realizada en ladrillo, lo más destacable es el mencionado porche conformado a partir de arcos de herradura que apoyan sobre ligeras columnillas metálicas, con formás neoárabes muy al gusto del momento, aunque poco utilizado en nuestra ciudad. A destacar también la labor de forja en las barandillas del porche y de la terraza superior.
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