Masía Torre Paca
Avenida Villarreal nº 42
Durante la primera mitad del siglo XX, y sobre todo entre los años diez y treinta de dicha centuria, la burguesía castellonense empieza a construir masías y segundas residencias en el entorno de la ciudad, destacando la zona al suroeste del casco urbano de Castellón, principalmente en la actual Avenida de Vila-real, en sentido hacia Valencia, camino que se convertirá en salida de la ciudad hacia el sur. Se trata de una serie de
masías, levantadas por los mejores arquitectos del Castellón de inicios del siglo XX, Francisco Tomás Traver, Francisco Maristany Casajuana, y Godofredo y Luis Ros de Ursinos, que destacan por las similitudes con otras villas contemporáneas en Benicàssim o Navajas y por su buen estado de conservación arquitectónica, pese a las constantes mutilaciones que han sufrido sus jardines y parcelas.
La Torre Paca es un original edificio de dos plantas, con interesante composición: un cuerpo a la izquierda con dos plantas y cubierta de teja árabe a dos aguas, una torre de dos plantas con cubierta piramidal y un cuerpo menor, a la derecha, con una sola planta y cubierta plana rematada por balaustrada. Las esquinas y vanos de los tres cuerpos están marcados por una banda resaltada.
En cuanto a los vanos, en el ala de la izquierda destaca el balcón con balaustres de la primera planta, en la torre la puerta principal de entrada y las dos ventanas del primer piso, y en el cuerpo menor las ventanas que lo organizan.
Se trata de un edificio poco ornamentado, pero que juega con los volúmenes de forma original, lo que lo diferencia de los otros edificios cercanos levantados en las mismas décadas del siglo XX.
Son notables también los jardines de la parcela, mutilados como en el caso de los otros edificios de esta zona. Si bien se trata de una autoría no documentada, en el catálogo
de patrimonio del Ayuntamiento de Castellón de 2012, se le atribuye posiblemente a Francisco Tomás Traver.
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