Teresa Giménez Selma (Castellón de la Plana, 1898 - 1990) fue una sindicalista y feminista castellonense
De familia de alpargateros, Teresa Giménez Selma, fue plantilladora y se afilió desde muy joven al Partido Socialista y al sindicato femenino de alpargatas de UGT. Acudió al III Congreso de la Federación de Espardenyers 1924 como representante femenina con otra plantilladora, María Archilés.
En la ciudad de Castellón existían durante la Segunda República dos sindicatos femeninos del ramo de la alpargata. Un sindicato llamaba Sociedad Obrera de confeccionador de Alpargatas, vinculado a la UGT, donde pertenecía Teresa Giménez, y la 'Sociedad Femenina de Obreras alpargatas y oficios varios, La Buena Unión', relacionada con los republicanos radicales y los católicos.
Aunque durante la Restauración fue el Centro Obrero quien reunió incluso los sindicatos de clase, durante la Segunda República encontramos una mayor autonomía de estos sindicatos y el control mayoritario de los trabajadores y trabajadoras de la alpargata por parte de UGT . Los sindicatos femeninos tenían plena autonomía para resolver los problemas laborales, pero aún dependían de un consejo de administración formado por hombres. Sin embargo, cada vez se distanciaban más del paternalismo de sus compañeros y durante toda la República tienen una Junta directiva formada por una presidenta, una vicepresidenta, secretaria, vicesecretaria y varias vocales. La gestión directa por parte de las obreras de sus problemáticas, como los sueldos más inferiores a los trabajadores, el seguro y la baja por maternidad y la mayor educación profesional y personal dieron a las obreras una mayor autonomía para desarrollarse como personas.
Durante la Guerra Civil fue directora de la Casa de Beneficencia de Castellón. En 1932 se había creado una comisión gestora para investigar las denuncias de los asilados de la Casa de Beneficencia sobre la mala gestión del director, por falta de higiene, comida mala y maltrato de algunos beneficiados. Seguramente esta situación obligó al gobernador del Partido Socialista a cambiar su dirección, que se le ofreció a Teresa Giménez.
El Consejo de Guerra Permanente nombrado en la posguerra por el régimen franquista acusó Teresa Giménez Selma de 'gran propagandista de la causa roja' y de representar el Partido Socialista en diferentes congresos. Fue acusada de proferir blasfemias y amenazas contra el enemigo y de tratarlos de fascistas. Fue condenada a 6 años de prisión, con la suspensión de cualquier cargo y votación por la acusación de «delito de provocación, inducción y Exaltación a la rebelión» según el artículo 240 del Código de Justicia Militar. También se le aplicó una multa de 2.500 pesetas, pero como no podía pagarla el expediente se canceló y archivar.
Murió en Castellón el 27 de Marzo de 1990 y se encuentra enterrada en el Cementerio de San José de Castellón, en el cuadro primero derecha, fila 139, número 21
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